jueves, 27 de agosto de 2015

En silencio te susurro amor. (Después de casi un año)

El silencio siguió presente
y rompía el oxigeno a carcajadas insonoras,
hasta que un día sacaste la daga y lo cortaste en mil pedazos.
Pudimos hablar un tiempo y yo hice mil nudos para atar la cuerda que dividimos,
pero a cada nudo que remendaba estirabas para nunca jamás quedar tensa.
No duró mucho el tiempo que te enunciaba romances,
porque conmigo volviste al silencio pero sin ser idem,
y a día de hoy sigo montando poesías que le hagan entender a este corazón que le toca remar sin tu presencia en este naufragio hacia la Antártida.
Y este engaño de silencio a grito,
de ron a ginebra,
de tu compañía a la soledad.
Se puso el día nublado
y dio paso a la tormenta.
Porque el rayo de luz esperaría a cambiar de nombre y apellidos,
a aprender como templar un corazón con solo asomar la cabeza en plena aglomeración cósmica,
y yo,
te estoy esperando pero con paciencia,
ni alma soyozando
ni corazón partido
sin querer irme ni quedarme,
a gritos te susurro tiempo.

sábado, 15 de agosto de 2015

Siglo (Veinti)uno

Hoy no traigo poesía, ni prosa y verso.
Hoy para es día de reflexionar, pues, a cada paso me doy cuenta del retroceso de la sociedad, aquí y en cualquier parte del mundo.
No me puedo creer, sumergidos en pleno siglo veintiuno, como se pierde tan fácilmente el respeto y como la gente deja desvestir sus derechos, sin trabas y en su mayoría sin enterarse de las causas ni del momento que se desnudan.
Todavía sigue siendo la violencia un recurso ante la incomodidad o la provocación, simplemente porque una Persona, nótese en mayúscula, sea diferente a un colectivo.
Las amenazas, van de la mano de la violencia, o simplemente etiquetar a una persona sin sabiendas.
Me da que pensar si el ser humano carece de cordura o no, porque estés donde estés siempre habrá algún daño moral rebelde a la ética.
Espíes donde espíes encontrarás,
un estudiante sufriendo bullyng,
un homosexual apaleado,
un adolescente anoréxico,
un anciano desahuciado,
una familia en paro,
un enfermo sin planta médica
y una burla racista,
por no seguir chequeando la lista.
Que yo no soy nada pesimista y nunca quemaré mi bandera, pero a veces te da que pensar nuestra sociedad que da importancia a algo de mínimo valor o ni siquiera valora nada.
Y a la vez,
el mundo sigue girando.

jueves, 6 de agosto de 2015

El Tren.

Marcamos aquella despedida con un beso,
el tren de las nueve y cuarto se acercaba
y ya no sabia si volvería a verte.
El viaje de vuelta fue una pesadilla,
ojala me hubiera dado tiempo a darte un último beso,
pero es que el tiempo esta vez no estaba a nuestro favor,
y claro,
como todo,
me suelen salir mal las cosas.
Prometimos hablar de vez en cuando,
pero ya entiendes la distancia,
y si no la entiendes es
porque no tienes un diamante lejos.
Y no es que a ti te quiera de verdad
porque nunca me diste motivos
aunque creí que algún día me los darías,
ya me entiendes,
yo y mi inmadurez con las pequeñas cosas,
disculpame.
Pero para estos temas aún no he sacado la cabeza del pozo al que acudo cuando genero mi propia tormenta
en algún rincón de mi cajita de porcelana,
que algún día romperé por ser tan ingenuo.
Y he aprendido que,
a veces,
el orden de los factores si altera el producto,
yo te deseo,
tu le deseas,
el te desea
y yo
me deseo
no
ser
tan
subnormal.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Límites

No me digas que el cielo es el límite cuando hay pisadas en la luna,
cuando clavaron una bandera con cientos de ideales en el corazón de un satélite enamorado de nuestro planeta,
que no hace más que darle vueltas para ver si algún día le enamora.
No me digas cuales son mis límites porque te diré que no tengo,
que he visto a las piedras llorar y hasta un elefante volar si se lo propone.
Que el universo es infinito, o eso dicen,
y yo puedo ascender lo lejos que quiera,
porque como te digo no tengo límites,
ni tú tampoco,
será fisonomía o antropología,
pero está dentro de tu cabeza,
saber hasta donde llegar,
hasta
donde
volar,
hasta cuando llorar
y hasta cuando tirar la toalla.

martes, 4 de agosto de 2015

(Tú)neles.

Se me ha despertado la sonrisa y no puedo borrarla de mi cara, ni quiero. Y que hoy nadie me la quita. Y ha aparecido la luz al final del túnel, y me he percatado de que esta vez no estarías al final, con los brazos abiertos, enseñándome las venas. Y esta vez no te lo tengo en cuenta, no por que no estés en la salida, sino porque antes de desorientarme quise decirte que, gracias por proponerme que cambie, que nunca te hice caso y nunca nadie quemará mi bandera. Y me he dado cuenta de que, merece mas la pena llenar los pulmones de oxígeno en vez de tanta mierda y reír a carcajadas hasta reventarlos. Que a veces echamos de menos, cuando deberíamos echar de mas una sonrisa, y no ver el mundo tan boca abajo, y el túnel tiene salida, a algún lado improvisado, solo tienes que saber buscarlo, sin mapas, sin brújulas, que de nada sirve aquí llevar todo calculado, y aprender que no vas a aprender nada. Y como escudo, una mueca en tu boca, que no es que llegues antes o mas lejos, ni que el camino cambie, porque eso es igual, sino que lo veras de otro modo mas fascinado.