lunes, 18 de julio de 2016
El Tren (Después de un año)
domingo, 3 de julio de 2016
Soria, te quiero
mi madre no paraba de decirme que tenía que echar a volar y salir del nido,
y nunca se me olvidarán los brazos de mi padre rodeando mis hombros
diciendo que arrasase con todo.
Es mágico, porque empecé llorando y acabaré igual,
de un lugar al que no quería ir y del que ahora no quiero marcharme.
He pasado por tanto,
compartiendo diez metros a lo largo con las paredes escondidas tras los dibujos de mi compañero.
Esos rincones que han pasado tan desapercibidos y que ahora llamo casa,
porque hay tantas historias detrás de esos muros.
He desperdiciado tanto tiempo como el que he aprovechado,
pero sobretodo ha sido duro y a día de hoy lo es, pero de distinta manera.
Se ha montado tanta gente a mi vagón que me he dado cuenta quien vale la pena y quien no,
porque primero están los que prometen y después los que rompen las promesas.
Ha sido toda una aventura que no ha hecho nada más que empezar,
porque siempre diré que lo peor de hacer las maletas es lo que te dejas fuera,
y yo aquí, me dejo una vida para luego volver.
Siempre quedarán esos momentos que enamoran,
esas sonrisas que rompen los esquemas,
que te obligan a improvisar cada día y te estallan las comisuras.
Un brindis poeta, por mi nueva familia,
por quien de verdad vale la pena luchar día a día,
por los que de verdad merece derramar un par de lágrimas,
preocuparse constantemente o que estos se preocupen de tí.
Por aquellos con los que te enfadas constatemente
o por los cuales se te escapa una pequeña sonrisa entre tanta tontería,
que en resumidas cuentas, llegan a ser los mismos.
Pero sobre todo me quito el sombrero con los que me abrieron las alas cuando me tocó aletear perdido en otro entorno distinto.
A dos autobuses de mi casa, que muchas veces ha sido el impedimento a volver corriendo y rendirme cuando más baja ha sido la caída.
Porque cuando notas todo tan sumamente lejos, extrañas los pequeños detalles que olvidaste por completo.
Decía que te encontraría en alguno de esos bares dando saltos de alegría
y lo que veo es a las personas que más quiero dando botes en el bar de siempre al que llamamos casa.
Quizas ha sido un año tan veloz,
que se ha consumido más rápido que algunas promesas,
como esos tres últimos calos de un cigarrillo.
Me ha dado tiempo a olvidar a ciertas personas que no valen la pena,
a probar el amor
y a darme cuenta que no estoy preparado para someterme
aunque aveces eche en falta cierto cariño.
He viajado tanto como he podido,
y compartiendo ciertas melodías con los de siempre.
Me he aventurado, notando esos brazos que creía perfectos
rodeándome en plena fachada de Atocha,
pero para que me entiendas, yo me enamoré de Soria
y de ver a aquella niña con el vaso levantado, bailando Como te Atreves de Morat.
Me he hechizado de tantas sintonías,
es más,
he sintonizado con los pequeños detalles de personas
que valen más que la alegría.
Y al final,
tenía tantas ganas de escribir este poema que no se como continuarlo.
Son tantas las palabras que me gustaría calcar,
que se me va la cabeza.
No podría describir tantos momentos de felicidad,
de lágrimas de todo tipo,
riendo o descubriendo nuevos corazones.
Soy incapaz de escribir todo eso en una hoja tan pequeña,
porque al final te quedas con lo esencial que es lo más bonito.
Aprendes a valorar a las personas por como son
y te acabas dando tantos tortazos contra la pared.
Los agradecimientos para quien ya lo saben,
que ojalá volviese a ese 29 de Sepriembre donde empezó todo,
aunque habrá que esperar tres meses para que la magia vuelva a suceder de una manera mejor.
Y que le den por culo a quien dijo que todos necesitamos un poquito de sur para ver el norte,
porque el norte tiene mi corazón
entre los callejones de la Dehesa.
lunes, 16 de mayo de 2016
Caras tristes,
y que altos son los rascacielos,
que me siento minúsculo entre las venas de las calles.
Hay tantos rostros congelados,
algunos con una pequeña chispa de esperanza
pero se encuentran abatidos sobre las frías aceras.
Cada minuto entiendo menos lo que sucede,
parece que la prisa conquista las piernas de todo individuo,
es como si les faltase un pedacito de su corazón.
Son marionetas con los hilos barnizados en órdenes.
como si les fuese la vida en mirar al frente y afirmar con la cabeza.
Como cuando comprendes que las promesas se consumen más rápido que un cigarrillo
o que olvidar duele,
porque es muy fácil recordar sintonías alegres.
Perderse es la mejor idea,
no creo que nadie desease encontrarse aquí.
El frío contagia muecas tristes
pianos rotos.
Sólo quedan vivos aquellos con el corazón de oro,
ni de acero ni bajo cero.
Sólo quedan aquellos que escriben que será para comida,
aquellos que adornan las calles con colores y no con señales que son mandatos.
Aquellos que piden la hora y dan las gracias,
aquellos que dan los buenos días aunque el suyo haya empezado como una mierda.
Aquellos que cruzan miradas y no la carretera,
esos, serían los supervivientes,
los héroes y heroínas de la ciudad, del mundo.
Pero sobretodo sobreviven los que cierran los ojos y caminan sobre el asfalto,
aquellos capaces de escuchar alegres sintonías tras el ajetreado pitido de los coches.
Queda intacto quien se atreve a soñar,
quien defiende el amor,
queda libre aquel que se cae y se levanta,
queda ileso quien quiera sonreir,
pero sobretodo, quien sepa lo que quiera.
lunes, 2 de mayo de 2016
Tú.
no se como se llama la función
pero me encantaría si funcionase.
Lo que se es que se abren mis venas cuando me sonríes
y ahí la función comieza cuando mi corazón rompe a palpitar,
que roto está el corazón,
pero palpita,
ahí sigue dando guerra.
Enloquezco cuando me veo reflejado en tus ojos,
esos que son mi perdición,
pero pierdo ya el sano juicio si me dices que me quieres.
Porque se que te volveré a ver devolviéndole el rayo de luz al sol,
se que volverás a ser lo que eras antes de ese tifón,
te levantarás como lo has hecho otras veces,
quiero volver a verte dar saltos de alegría
y que vuelvas a refugiarte en poesía si de nuevo lo necesitas,
porque los bares no refugian, sino que te esconden.
Por eso me encantaría que funcionase el telón en el que aparece tu sonrisa,
espejo,
y sabría ya como llamar a la función,
aquí estoy de nuevo.
miércoles, 27 de abril de 2016
Adiós
y pensé que amanecería temprano,
pero fíjate que lloverá en cosa de segundos,
se nublará y me olvidaré de cegarme con el sol.
Parece mentira que ayer estuviese escribiendo como son las comisuras de tus labios
y hoy estoy aquí escribiendo una carta de despedida,
aunque ya no se si serán para tus pupilas
o por todos esos momentos que jamás hemos vivido,
que hoy era día para besarte,
y hoy serían todos los días.
Que con todo esto te afirmo
que todos los días salía de casa sin que tan solo un pelo se moviese
para poder conquistarte,
incluso cambié de corte de pelo,
porque algo me decía que te iba a gustar más.
También que cuando veía algún mensaje tuyo
se me colocaban estrellas en los ojos
y destruía el oxígeno a carcajadas bajitas.
Porque uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde,
y cada copa a quién le toca,
pero lo peor de todo es que yo siempre supe lo especial que eras
sin haber podido tenerte,
porque el puedo siempre me sonó a miedo si se trataba de ti.
Aunque si soy franco, siempre pensé que estaba hecho para estar sólo
aunque con las vibraciones de otras personas que jamás llegarán a igualarte.
El final de esta carta te quiere dar las gracias,
porque al fin y al cabo has sido la mejor inspiración hasta ahora,
ojalá otros muchos puedan recitarte esas palabras que hablan de tí en mis letras,
y que tengan un final inolvidable.
lunes, 18 de abril de 2016
No pierdas por error a quien te quiere, ni quieras por error a quien no le importas.
¿Será como ese dolor de cabeza después de un día de resaca, o como un puñetazo en la boca del estómago?
¿Qué se siente al ser tan subnormal?
¿Será que solo soy un masoca que se derrite con tu boca o tu mirada que me provoca?
Ya no me sirven aquellas escusas tan ridículas por darme cuenta que siempre supe lo que tuve pero nunca pensé que lo perdería.
Cada oveja con su pareja
y cada copa a quien le toca
o cada llama a quien le toque quemarse.
Porque hubiera elegido cualquier lugar con tal de que estuvieses tú,
pero decidí aceptar mi mierda,
porque somos el tiempo que nos queda.
miércoles, 6 de abril de 2016
Ella.
volaba medio mundo buscando nuevos rumbos, nuevas historias,
y se movía entre las sábanas como el tabaco en el papel,
como el pincel entre las manos del artista.
Tan pronto recitaba versos de Marea como estrofas de Neruda,
era un terremoto.
Aparecen estrellas en sus pupilas cada vez que le cantas una de Roberto Iniesta,
y se le ensanchan las comisuras cuando le dices que todo va bien.
Es una chica droga, engancha con cada uno de sus gestos
y una chica medicina, que te cura todas las heridas cuando más lo necesitas.
Es un trueno en una tormenta de verano,
primero llora y después grita que se va a comer el mundo.
Es mirarla y caer al instante con esos ojos color primavera, alivio, pasajero.
Hipnotiza a todos con sus andares,
mi dama de bares,
oxígeno de ser vivo.
La última en caer, no desiste,
y es capaz de poner al círculo en pie.
Ella es la locura de un poeta, la ilusión del niño, la sabiduría de un anciano,
ella es increíble.
Es capaz de reparar corazones cuarteados, de volver a ponerlos en marcha.
Tiene unas piernas de verso y unos besos de labios
que hechizan a los sabios convirtiéndolos en niño.
Escucha aquella canción que salta en lista cinco o seis veces, adicta a las buenas vibraciones.
Tiene una serpiente de columna que le hace bailar en medio de la calle, y cuando baila parece que vuela.
Todavía es una niña, y siempre lo será, porque afirma que nunca es tarde para morir jóven, porque el corazón no envejece si uno no quiere.
Ella arde pareciendo no apagarse,
incendia y arrasa con todo,
ni mil tormentas pueden con ella,
es el temor de los problemas,
nunca se consume.
Se pone zapatos porque dice que son más comodos para caminar,
pero yo creo que no usa mucho tacones porque sobrepasaría los límites.
Tan pronto es sol en invierno, como sombra en verano,
no mira el pasado sino aprende
y no mira el futuro, improvisa.
Ella es única,
y si algun día no estuviese, si algún día no estuviese notaría partido eso que late.
lunes, 14 de marzo de 2016
Bohemia
pero como siempre nado a contracorriente, yo me vine al norte para apreciar el sur.
A veces echo en falta los consejos de mi madre e intento parecerme a ella cada día con alguna muletilla nueva,
las veces que mi padre puede repetir que coma al cabo del día porque estoy muy delgado,
la familia, o los amigos de siempre que te abrazan cuando notan temblar tu corazón.
A veces pienso que no soy tan fuerte como pensaba, a veces caigo y me desoriento, como ese pitido tan suave y fino que al escucharlo te desorienta.
A veces vuelvo a ser yo y necesito uno de esos abrazos o algún consejo, y me acuerdo de como sonríen al verme feliz, de como sonríen aun teniendo kilómetros de por medio.
Quizás sean esos pequeños momentos de bajones que te da por comprar un billete de vuelta a casa.
Pero yo realmente estoy bien donde estoy, y de todo lo que me he ganado aquí, lo único que a veces necesito más sur que norte, un poco más de calor, y eso es difícil de entender cuando no estas lejos ni has vivido algo simultáneo.
Pues a veces hay que irse para volver, la vida misma es así, es aprender que no vas a aprender nada.
Pero todos necesitamos también unos minutos así, pararte a pensar y controlar las pulsaciones, entrar en estado melancólico, pues la melancolía es el placer de estar triste, así te encuentras más rápido de donde estás, y de que manera brilla hoy el sol.
domingo, 13 de marzo de 2016
Corazón Antibalas
¿Cómo puedo ser tan idiota de creer en tí y legarte una oportunidad si cuando me gire brindarás salud con las estrellas, en copa urdida en corazón vivo.
Pero nunca olvidaré que soy mío y estoy hecho para mí antes que nadie, que soy fuerte y llorar no es antónimo de valentía.
Que no se me olvide reir, que no se me olvde caer, tropezar, correr... que no se me olvide como era yo antes de conocerte, antes de que me quebraras.
Porque aún custodio una bala esperando ser arrojada que incluye nombre y apellidos, pues me da igual ser un bala perdida desde que descubri en tus pupilas el palpitar de tu corazón, ahora que se que soy capaz de reventar un rayo si se cura entre tus brazos.
Tengo nuevos episodios entre mis manos, y no se de que palo vas, pero tu no formas parte de ninguno. Ni sota, ni rey ni as, que yo elijo oros, y omito espadas pues, no soy como tú que la escoge y apuñala corazones como si fueran nubes.
Que seguía mirando al suelo, porque yo te dejé el mundo a tus pies, y con ello mi corazón, pero tú seguías bailando sobre él.
Tengo una euforia que te manda directo a la mierda y te pone atrás del todo en la fila.
Y yo escogí el momento perfecto para el billete de ida, pero también el idóneo para el de vuelta.
Pero sobretodo te deseo que te des cuenta, que llegará un momento en tu vida que no podrás desvestir uno por uno cuerpos y corazones, ni aliarte con Cupido para luego esconder las manos tras la espalda. Porque llegará quien te enamore, y vivirás perdido leyendo este poema.
martes, 1 de marzo de 2016
Hazte oír II
Mi corazón latía a más de cinco pulsaciones por segundo
y todo a causa de la misma pesadilla que me persigue desde hace mucho tiempo.
He empezado haciéndome el mismo café de todas las mañanas,
porque no hay nada mejor que la cafeína para ahogar esas cosas que pasan.
Veo a mi alrededor caras muertas, sin sentimiento alguno, como si la magia les hubiera abandonado.
Observo como la gente va y viene, y nadie se queda porque andan muy ocupados.
No se como continuar esto ahora mismo, créeme.
Pues escribo esto con la rabia de un niño cuando no le permiten pintar el cielo de verde,
o como ese adulto que sueña con ser niño, como yo.
Escribo mordiéndome las uñas por no arañar el papel.
Calco estas letras con el sentimiento de esas nubes melancólicas y grises cuando son acuchilladas por el sol,
en una época donde el puedo suena a miedo,
donde correr es de cobardes,
en un periodo de desorden, caos y confusión.
Estoy harto de tener que escuchar el adjetivo jóven como rebelde,
hastiado de ver como todo se va a la mierda y la mayoría de brazos cruzados,
confuso, porque no se a donde queremos llegar,
toda la vida obligándonos a mirar al frente, y que tonto el que lo dijo, que el sol también se refleja en el charco.
Pero también escibo esto con la ilusión de la primavera, porque alguien quedará con la esperanza de cambiar.
Porque nos enseñan que los sueños son preciosos, pero en realidad saben a mierda,
y es así, porque es bonito cuando los cumples, pero si no te propones conseguirlo, no lograrás nada.
La vida es una meta, o dos, depende las que te propongas, pero esta claro que vida es una, y no debemos perder el tiempo.
Quizás sea tarde cuando mires el reloj y no entiendas como actuar.
Haz de cada día el mejor, o por lo menos da lo mejor de tí.
Nunca guardes la espada, te va a tocar luchar, y luchar muy duro,
te caerás muy fuerte y seguramente te partan el corazón más de una vez.
Mirarás abajo y querrás abandonar, por un minuto vas a querer dejar todo, pero eso es lo que no se debe hacer.
Sal hoy a la calle y hazte oír. Hazte oír muy fuerte, y ayúdame a camiar todo este papel arrugado y gris.
Nunca dejes de vivir tus sueños.
miércoles, 24 de febrero de 2016
Las despedidas siempre duelen, aunque haga tiempo que se deseen.
sigo atrapado en Julio, se que no me vas a entender,
pero no me atrevo a arrancarme la piel de momento,
aún es pronto para mudar.
Se que es difícil querer a alguien que no siente lo mismo por ti
ya que yo he sido el protagonista de una función parecida,
se abre el telón y quedas como un completo idiota,
pero poco a poco aprendes a abrir los ojos.
Me he dado cuenta que aún es pronto para despellejar mi corazón y repartirlo,
porque seguro que lo tienen que romper un par de veces más,
así de masoca soy,
no tengo miedo a perderme,
porque ahora mismo carezco de brújulas
y para que me entiendas, tú necesitas encontrarte.
A decir verdad, tengo aún cuentas pendientes que no se si algún día ajustaré,
tengo sueños que cumplir con alguien como yo,
tengo una energía que no debo gastar de momento
y tengo un grito de euforia reservado para un día en lo alto de la colina.
Pero si algún día otra persona conquista tu corazón, que sea alguien que merezca la pena de verdad,
alguien transparente, tu alma gemela.
Porque mientras tanto yo aquí estaré dando tumbos y pensando que un día moriremos, pero el resto no,
y que no hay más suerte que la que crees.
Que yo te afirmo pasajero,
que necesito guerra más que abigo,
que no me quedo con el frío de Enero,
que siete son los meses que invaden de felicidad mis días.
domingo, 14 de febrero de 2016
San Valentín despoblado.
Hoy me he acordado de algo importante,
he recorado tu sonrisa.
Recapitulo, que fui un completo idiota por enamorarme de ella.
Me he acordado que mataba por comerte a besos,
y que sufría cuando no podía hacerlo
porque los obstáculos nos quitaron la vida.
Aquellos días grises en pleno verano
que desembocaban en falsas promesas, falsas ilusiones.
Aquella impecable manera de escribir tuya,
que a mi me encantaba leer
como ahorcabas versos con el lápiz.
Hoy he recordado tu aroma despertando mis hormonas,
de lo valiente que eras por anunciar que aún osas amar.
Aquella poesía que me pediste,
y centenas detrás que iban de la mano adornando mis memorias.
Que te enunciaba que no me dijeras que el cielo es el límite
cuando hay pisadas en la luna.
Cuando clavaron una bandera con cientos de ideales
en el corazón de un satélite enamorado de nuestro planeta,
que no hace más que darle vueltas
para ver si un día lo enamora.
Y yo me sentía como esa luna melancólica,
te sentía como mi tierra, mi planeta.
Y a día de hoy sigo sin pactar nada con la amnesia,
sigo aquí despoblado recordándote algún día que otro,
recordando tu rostro, tus ojos
o repasando alguna de tus prosas,
leyendo aquellas conversaciones donde te decía que ahí iba a permanecer siempre para ti
que no sentirías vértigo por notar un pequeño vacío.
martes, 9 de febrero de 2016
Hipocondría.
martes, 26 de enero de 2016
Y nadie quemará mi bandera
les diré que he visto más caras alegres que tristes un lunes por la mañana,
que hay personas que cuando suena el despertador se ponen a cantar y gritar frente al espejo,
que la torre Eiffel ha sido más testiga de besos que de huidas
y el puente san Pablo atado a más candados que a suicidas.
Así te afirmo que las Casas Colgadas se colgaron por tí,
que la Torre de Pisa se inclinó para esquivar un flechazo de Cupido
o el Big Ben reprimido cantando a campana viva las doce de la noche por que nadie le abriga entre sus brazos.
Si me preguntan que si el amor existe,
les contaré que nadie quemará mi bandera que izo todos los dias
que afirma que nuestros corazones siempre están calientes
aunque los tengamos destrozados,
será fisonomía, antropología o metáfora
o que algún subnormal decidió coger una daga y destrozalos.
Afirmo que el amor existe
y a primera vista
porque he visto corazones latir a mil cuando dos personas se acaban de conocer,
y también confío en el amor a ciegas
cuando una persona te sorprende en el momento que menos lo esperas,
cuando soplan los nubarrones que revolotean por tu cabeza,
cuando piensas tirar la toalla,
te abobias,
te enrabietas
y pierdes los papeles,
aparece ese rayo de sol acuchillando tormentas
y te tranquiliza,
te calma.
martes, 19 de enero de 2016
Space.
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Y un día la tierra a la luna la preguntó ''Luna ¿Por qué giras en torno a mí?
y no la entendió,
hasta que se vió
dándole vueltas al sol
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