miércoles, 27 de abril de 2016

Adiós

Hace un par de minutos que anocheció
y pensé que amanecería temprano,
pero fíjate que lloverá en cosa de segundos,
se nublará y me olvidaré de cegarme con el sol.
Parece mentira que ayer estuviese escribiendo como son las comisuras de tus labios
y hoy estoy aquí escribiendo una carta de despedida,
aunque ya no se si serán para tus pupilas
o por todos esos momentos que jamás hemos vivido,
que hoy era día para besarte,
y hoy serían todos los días.
Que con todo esto te afirmo
que todos los días salía de casa sin que tan solo un pelo se moviese
para poder conquistarte,
incluso cambié de corte de pelo,
porque algo me decía que te iba a gustar más.
También que cuando veía algún mensaje tuyo
se me colocaban estrellas en los ojos
y destruía el oxígeno a carcajadas bajitas.
Porque uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde,
y cada copa a quién le toca,
pero lo peor de todo es que yo siempre supe lo especial que eras
sin haber podido tenerte,
porque el puedo siempre me sonó a miedo si se trataba de ti.
Aunque si soy franco, siempre pensé que estaba hecho para estar sólo
aunque con las vibraciones de otras personas que jamás llegarán a igualarte.
El final de esta carta te quiere dar las gracias,
porque al fin y al cabo has sido la mejor inspiración hasta ahora,
ojalá otros muchos puedan recitarte esas palabras que hablan de tí en mis letras,
y que tengan un final inolvidable.

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